viernes, 27 de septiembre de 2013
Desarrollando Organizaciones Inteligentes
Organizaciones que Tecno-Educan.
: Buscando el compromiso en la Auto-Formación…
PUBLICADO POR EL LIC. PILENZA MARTIN...Como Lic. en Administración de Empresas, me propongo mediante el siguiente escrito, reflexionar acerca del concepto de la educación desde la mirada de las organizaciones que contemplan el uso de herramientas tecnológicas al servicio de la autoformación.
En nuestra actualidad, la sociedad en la que estamos inmersos, convive con cambios tan frenéticos de toda índole que los sistemas de formación inicial no logran atender a todos los reclamos actuales y futuros que se engendran. Desde hace décadas que estamos convencidos que la formación no puede acabar en la puerta de egreso de la universidad, y que esta debe prolongarse durante toda la vida, ya que su regeneración constante nos acercaría un poco más a orillas de una sociedad más interconectada, solidaria y abierta a la diferencia. Ahora bien, inmerso dentro de tales cambios se encuentra el desarrollo de innumerables medios tecnológicos que han posibilitado que los puestos de trabajo sean redefinidos desde la idea de espacio-tiempo.
Con ello la creación de nuevos sectores productivos relacionados con dichas tecnología, la transformación y desaparición de otros como subproductos de tal revolución. De esto desprendemos que siendo actores activos de esta sociedad de la información deberemos desarrollar todo lo necesario para que dicha formación continuada logre ser el motor que impulse a la creación de nuevas herramientas, habilidades y destrezas. En este punto, las nuevas tecnologías tienen un papel relevante, no solo como contenido, sino como medio para hacer llegar dicha formación a sus destinatarios.
El desafío es utilizar la tecnología de la información para crear en nuestras escuelas y organizaciones un entorno que propicie el desarrollo de individuos que tengan la capacidad y la inclinación para utilizar los vastos recursos tecnológicos en su propio y continuado crecimiento intelectual y expansión de habilidades.
A partir de acá nos preguntamos en qué medida, la autoformación, es producto y respuesta de tendencias económicas o es devenir de una sociedad en busca de un nuevo equilibrio relacional. El ser humano es algo más que un nódulo productivo, laboral, y la autoformación es una característica que se predica del sujeto en cuanto tal, en su totalidad y en relación con su entorno. Por otra parte, no podemos pensar el concepto de autoformación de manera lineal, realizarla requiere de compromiso y esfuerzo; como dijo Platón en su obra “Apología de Sócrates”: “uno no nace sabiendo”…argumentaba que “la verdadera sabiduría esta en reconocer la propia ignorancia”, aunque dicha premisa es más conocida por otra frase del mismo autor “solo sé que no sé nada”.
El nuevo milenio se prepara con otras pautas productivas. Las nuevas organizaciones funcionan con enorme flexibilidad y multiplican sus servicios por todo el planeta. Entramos de lleno en la era del conocimiento. Aparecen pujantes industrias sin chimeneas, como las comunicaciones, la informática, cibernética, biotecnología, los servicios de salud que movilizan importantes recursos financieros y humanos.
Necesariamente la educación ha de variar en consecuencia. Los reclamos por un cambio profundo en la educación de las nuevas generaciones son imperiosos pero la inercia del sistema educativo es enorme.
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